Hace algunos días, fuimos al Día de Trova en el campus Lo Contador de la Universidad Católica. Llegamos. No había NADIE, sin embargo, y a medida que pasaba la tarde, esta experiencia que parecía fracasar, comenzó a ponerse interesante. Llegó una prima, una amiga y otra amiga de por ahí, que a pesar de que nos estábamos congelando, hicieron sentir el ambiente un poco más cálido y luego de uno que otro incentivo (por la buena onda lo digo), nos dimos cuenta que había música! Antes, teníamos la sensación de estar en un espacio con algunas personas… como en el supermercado o el mall, ya que lo que escuchábamos era netamente, música de fondo. ¡Estábamos en un concierto! y no solo eso, si no que había personas cantando y tocando para nosotros, entregándose desde lo más profundo para defender de algún modo sus creaciones. Escuchamos a Matías Cena (www.myspace.com/matiascena), Cafelina (www.myspace.com/cafelina), Javier Barría (www.myspace.com/javierbarria) y al gran Luis Le-Bert (www.myspace.com/luislebert), quien dejó a todos con la boca abierta. Hablo sobre un sinfín de temas, pero todos redundaban en lo mismo: la forma de vida que hemos adoptado hace ya varias décadas, como por ejemplo, la falta de identidad que hay en la mayoría de los países que quieren crecer a través de la globalización.
Es así como, el ex vocalista del grupo Santiago del Nuevo Extremo, nos llama a reflexionar… el progreso y crecimiento, no van ligados a algo solamente económico, se necesita, y con urgencia, el desarrollo de la sociedad. No se trata de imitar en todo a los países desarrollados (que por cierto tienen varias cosas que debemos imitar), si no que desarrollarnos como individuos, como habitantes de una nación, para mantener lo que nos identifica y nos hace grandes.
De esta manera nos muestra que no debemos dejarnos llevar por el resto, sino que debemos ser auténticos, rescatando las particularidades de cada país, aquellas que vienen de lo más profundo, de sus orígenes, y desarrollarnos y evolucionar sin dejar de lado nuestra esencia.
En fin... no importa cuanta gente haya en un lugar, ni lo prendido que se vea, si no cómo uno viva el momento. Estar en el presente te hace descubrir y valorar lo que hay, sin esperar que algo ocurra, disfrutar con lo que tengas en el aquí y el ahora… disfrutar los momentos ÚNICOS, siempre hay algo nuevo que aprender.
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